Cuando llegó a tu mente esa idea de negocio ideal, es probable que surgieran preguntas como:
¿Cuánto dinero necesito para hacerla posible? ¿Tengo ahorros suficientes? ¿Necesito un socio o un préstamo?
En este inicio, un punto de ayuda es que tengas la claridad de los recursos que requieres según tu tipo de negocio, que te permitan pasar de idea a la acción.
La inversión o capital inicial de tu empresa, es el dinero que necesitas para cubrir las operaciones iniciales de tu negocio, que sería entre otros, la adquisición de activos, suministros, así como, la contratación de personal y servicios. Este análisis permite determinar cuál debería ser el importe que vas a necesitar, por lo que es recomendable que hagas una proyección de los ingresos y gastos, y así disponer de un estimado de los beneficios esperados.
Este valioso recurso que es tu inversión, te va a permitir empezar tu negocio con lo que hayas considerado como necesario, conforme a los retos que quieras asumir. Es recomendable que lo administres de la mejor manera posible, y que antes de determinar cuál es la cantidad óptima de capital, identifiques las partidas que se requieren en ese momento de tu emprendimiento, y el tiempo que pueden esperar otras partidas para ir adquiriéndolas en el camino, así puedes hacer un cálculo más exacto e iniciar tu negocio con seguridad.
Cómo calcular el dinero que puedes necesitar para la inversión inicial
En la actualidad el emprendedor puede contar con diversas técnicas para llevar un control del dinero que necesita para desarrollar sus operaciones. A este respecto, puede apoyarse en herramientas tecnológicas que le permita realizar los cálculos y proyecciones de sus iniciativas.
Un método reconocido para la determinación de la inversión inicial es la siguiente:
Inversión inicial = Desembolsos pre-operacionales + inversión de capital de trabajo
La inversión inicial representa un aspecto fundamental, ya que si se sale de nuestro control puede resultar en un fracaso del proyecto.
Veamos algunos conceptos relacionados con este método para que puedas asegurar que la inversión inicial cubra los aspectos relevantes.
Qué incluyen los desembolsos pre-operacionales. Se trata de los pagos realizados durante el proceso de constituir tu proyecto y para poner tu negocio en marcha. Este puede incluir estudios de mercadeo, publicidad, adquisición de local, pago de servicios, entre otros. Una parte considerable de estos pagos se consideran activos en los libros contables.
Capital de trabajo. Dentro de esta estructura, es importante que tomes en consideración el capital de trabajo, que es el dinero que necesitas para que tu negocio opere hasta que empieces a recibir ingresos por las ventas realizadas. Se espera que puedas tener un fondo para imprevistos como reserva de efectivo mínimo por 3 meses que te permita hacer frente a los gastos que requiere tu emprendimiento.
Inversión inicial. Una vez que tengas los desembolsos pre-operacionales, el capital de trabajo, tomando en cuenta el fondo para imprevistos y lo presentes en una estructura en tu plan de negocio, tienes entonces lo necesario para determinar la inversión inicial que se requiere en tu proyecto para convertirlo en realidad.
Puedes proceder a asignar dentro de la misma estructura que porcentaje tienes disponible y cuál vas a adquirir por el medio que entiendas factible, mediante:
1) socios,
2) financiamiento y
3) a través de otros medios disponibles en el mercado.
Cuando no dispongas del dinero para tu inversión inicial podrías optar por una deuda a corto, mediano o largo plazo. Una buena planificación es utilizar fondos propios, y en el caso de requerir fondos de terceros es recomendable que identifiques una forma más viable para adquirir el dinero, que podría ser a través de accionistas o apoyo provenientes de instituciones que acompañan a los emprendedores para hacer frente a los desembolsos pre-operacionales que vas a realizar para hacer tu negocio realidad.
Cuando te encuentres analizando esa parte del capital de trabajo, es necesario que pienses en un monto para cubrir imprevistos, quizás lo conozcas por el nombre de “colchón” y te permite hacer frente a situaciones que no esperabas que podían pasar.
En este proceso de establecer tu inversión inicial, la planificación y una buena administración de los recursos que posees pueden ser un gran apoyo para arrancar y tener éxito con tu proyecto.
A continuación, te compartimos algunas recomendaciones para determinar todo lo que necesitas para hacer tu idea realidad.
● Establece una lista con los recursos necesarios para iniciar tu negocio.
● Si optas por la financiación, tener claro el plazo en que vas a pagar y cómo se utilizará ese dinero.
● Automatiza la mayor cantidad de procesos que puedas, de tal forma reduces la nómina de personal y evitas ciertos errores.
● Se cauteloso con el uso que das al inventario inicial de mercancía, así evitas desperdicios y compras innecesarias.
● Determinar tareas que puedes completar con empresas subcontratadas (conocido como outsourcing), como la contabilidad, tecnología y recursos humanos, entre otros.
● Tener un capital de trabajo que te permita responder a los compromisos.
● Tener claro hasta qué punto puedes endeudarte.
En GGYA podemos ayudarte, contáctanos.
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